Pese a que nuestra Universidad se encuentra acreditada, en todos los ámbitos, por seis años, bien administrada y equilibrada desde el punto de vista financiero, se enfrenta a una coyuntura cuyo probable escenario será la pérdida absoluta -o al menos relativa- de los aportes fiscales que hoy recibe como Universidad tradicional no estatal. Ello, como consecuencia de los reclamos por un proyecto educativo “público, de calidad y laico”, incluso en los discursos de estudiantes dentro de nuestra Universidad, más las progresivas demandas de las universidades estatales por mayores recursos, que conducirán a una focalización de los recursos fiscales en las universidades estatales. 2 Si nuestra Universidad se viera enfrentada a ese escenario de menores recursos fiscales, sufriría serios efectos negativos en su rol social y en la diversidad que ha podido lograr, de acuerdo a su misión. La necesidad de conseguir nuevos recursos que reemplacen a los menores aportes fiscales llevaría a que –seguramente- varios programas serían inviables y otra Universidad tendría que emerger, más pequeña, menos heterogénea desde el punto de vista de las disciplinas que se cultivan. Frente a ese escenario, ¿cuáles voces se alzarán en nuestra defensa? Asimismo, las movilizaciones estudiantiles prolongadas, con largos períodos sin actividades académicas, no sólo conspiran contra la calidad de la educación, sino que también deterioran la percepción que las familias y los potenciales alumnos tienen de nuestra PUCV, alejando de nuestras aulas a postulantes meritorios, disminuyendo los puntajes de ingreso y deteriorando progresivamente la actual rica, y necesaria, heterogeneidad de nuestros estudiantes, como ya ha ocurrido en otras universidades, nacionales y regionales
Pese a que nuestra Universidad se encuentra acreditada, en todos los ámbitos, por
ResponderEliminarseis años, bien administrada y equilibrada desde el punto de vista financiero, se
enfrenta a una coyuntura cuyo probable escenario será la pérdida absoluta -o al
menos relativa- de los aportes fiscales que hoy recibe como Universidad tradicional no
estatal. Ello, como consecuencia de los reclamos por un proyecto educativo “público,
de calidad y laico”, incluso en los discursos de estudiantes dentro de nuestra
Universidad, más las progresivas demandas de las universidades estatales por
mayores recursos, que conducirán a una focalización de los recursos fiscales en las
universidades estatales. 2
Si nuestra Universidad se viera enfrentada a ese escenario de menores recursos
fiscales, sufriría serios efectos negativos en su rol social y en la diversidad que ha
podido lograr, de acuerdo a su misión. La necesidad de conseguir nuevos recursos
que reemplacen a los menores aportes fiscales llevaría a que –seguramente- varios
programas serían inviables y otra Universidad tendría que emerger, más pequeña,
menos heterogénea desde el punto de vista de las disciplinas que se cultivan. Frente a
ese escenario, ¿cuáles voces se alzarán en nuestra defensa?
Asimismo, las movilizaciones estudiantiles prolongadas, con largos períodos sin
actividades académicas, no sólo conspiran contra la calidad de la educación, sino que
también deterioran la percepción que las familias y los potenciales alumnos tienen de
nuestra PUCV, alejando de nuestras aulas a postulantes meritorios, disminuyendo los
puntajes de ingreso y deteriorando progresivamente la actual rica, y necesaria,
heterogeneidad de nuestros estudiantes, como ya ha ocurrido en otras universidades,
nacionales y regionales
Yo voto, una lucha legítima SIN TOMA.